Argentina, 70 mmd, México, 0. Goliza económica
Francisco Rodríguez viernes 1, May 2020Índice político
Francisco Rodríguez
Hace unos cuantos meses, antes de tomar posesión formal del cargo, estuvo en México, Alberto Fernández, entonces presidente electo de Argentina, devastada por una crisis económica que había llevado a ese país a tener un peso devaluado, cotizado en 60 por dólar. El pueblo gaucho confió en una nueva camada de peronistas.
Su compañera en la fórmula triunfante, Cristina Fernández viuda de Kirchner, muy conocida en los círculos financieros de Washington y Nueva York, vio en la posibilidad de la visita a nuestro país una gran ventana de oportunidad para encontrar en el Caudillo de Tepetitán un aliado imprescindible para lograr sacudirse el problema financiero a punto de explotar.
Sabía, obviamente, como se sabía en Latinoamérica, que México no se había decidido a echar mano de una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional por 70 mil millones de dólares. La ocasión era propicia para aprovechar la coyuntura. El Caudillo buscaba el liderazgo bolivariano de la región.
Alberto Fernández estuvo en México los días necesarios para ofrecer su respaldo a la precandidatura presidencial de Claudia Sheinbaum -la destapó en un acto celebrado en el Museo Histórico de la Ciudad de México, comparándola con las grandes figuras femeninas de esta cuenca-, y clavó la pica en Flandes. Pegó en la pata de palo.
Argentina obtuvo la línea de crédito por 70 mil millones de dólares
A los pocos días, el organismo financiero internacional anunció con bombo y platillo que Argentina había obtenido la línea de crédito anhelada, por 70 mil millones de dólares y la historia argentina logró una vuelta de tuerca que hasta la fecha se recuerda. Pudo más la astucia de la pareja Fernández-Kirchner que las agarraderas de la voluntad del presidencialismo mexicano.
Argentina obtuvo, con el respaldo del ambicioso líder del movimiento bolivariano, el respaldo financiero que México debió haber conseguido para prever las necesidades de una economía reventada que podía haber tenido ese monto monetario para siquiera importar los alimentos requeridos por la población cuando esto hiciera agua.
El Caudillo, refirió Alberto Fernández en una declaración demasiado conocida, “ha sido categórico en su apoyo hacia nosotros, no solamente incentivando lazos comerciales sino reclamando internacionalmente en favor de la ayuda a Argentina”.
El triunfo de AMLO, en julio de 2018, “fue una gran bocanada de aire fresco y una señal de un ciclo de revisión de las políticas neoliberales que se han aplicado en la región”, dijo el astuto argentino en una rueda de prensa ofrecida a los medios internacionales tras el encuentro oficial en Palacio Nacional.
Fernández, una de las principales voces del progresismo continental
Revisar las crónicas periodísticas de esos días es especialmente doloroso. Reseñaron que el encuentro entre los dos mandatarios había sido especialmente significativo en un contexto latinoamericano polarizado entre la izquierda y la derecha. Fernández sería una de las principales voces del progresismo en el continente.
La prensa extranjera destacó fundamentalmente el encuentro de Alberto Fernández con el magnate mexicano Carlos Slim. Un dato que ahora cobra una importancia trascendental. Se le dio el revuelo equiparable de un encuentro de Estado. Y vaya si lo fue.
AMLO: No intervención, autodeterminación, cooperación, bla, bla, bla…
El Caudillo echó también su cuarto a espadas. No sólo era necesario establecer un eje progresista, sino “apegarnos a nuestra política exterior, a los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos, cooperación para el desarrollo, solución pacífica de las controversias, esos principios son los que nos guían”. (sic).
“El encuentro también es una escenificación de lo que podría ser una de las alianzas más sólidas en el continente americano frente a los cuestionamientos de otros de sus líderes, más allá de Nicolás Maduro, como el propio Evo Morales, presidente de Bolivia y acusado por la oposición de fraude electoral”. Puras lindezas por el estilo. (notas transcritas de la Agencia Reuters).
¿Y la línea de crédito de 61 mil millones de dólares que nos presumen?
Aunque usted no lo crea, todo esto sucedió el 4 de noviembre del año pasado. Hace apenas seis meses. El hecho es que de aquellos 70 mil millones de dólares que eran para nosotros, y que aparecieron en las arcas argentinas, de repente, los brillantes financieros del rancho grande nos presumieron que tenían una línea de crédito abierta con el FMI por un monto de 61 mil millones de dólares.
Todos nos hicimos cruces para que esa cantidad, menos los moches de rigor en intereses por nuestra desastrada situación y por las condiciones que se iban a imponer dada nuestra escasa capacidad de endeudamiento, fueran a alcanzar para solventar las apremiantes necesidades de la inminente reconstrucción nacional, incluyendo la importación de alimentos indispensables, debido al arrase de financiamiento a la producción agropecuaria.
Y su sueño de asumir el liderazgo bolivariano voló por los aires
Como usted y yo lo platicamos en entregas recientes, la famosa línea de crédito abierta no se trata de montones de dólares en efectivo para nuestro país, sino de una autorización de la cúpula financiera internacional para que nosotros podamos imprimir dinero.
Son las precauciones que ahora se toman para impedir que echar a andar la maquinita de la impresión arrastre a los mercados a la estanflación, como en anteriores ocasiones lo demostró ampliamente el Efecto Tequila. La mula no era arisca… El colapso viene, de eso no hay la mínima duda.
Tres meses después de esos acontecimientos entre México y Argentina, azotó la pandemia con toda su crudeza. Puso a cada uno en su lugar. Las vergüenzas mexicanas no se hicieron esperar, y el sueño del liderazgo bolivariano voló por los aires. El Caudillo dio muestras de estar más perdido que un gusano en gallinero.
Presupuesto de egresos, ficción construida sobre impuestos no cobrados
La crisis económica mexicana, provocada por los mandarines del momento, no tiene para cuándo ser atendida, pues todos los proyectos de respaldo al empleo han sido bateados desde el cuarto piso de Palacio Nacional. Lo mismo los fondos que deben rescatar a las Mipymes y a los trabajadores informales.
El salario solidario que impulsa Coparmex tendrá el mismo destino. La realidad es que nadie en el gobiernito quiere echarse el trompo a la uña de reconocer que no hay dinero. Aunque neuróticamente le rasquen a fideicomisos fondeados, salarios y aguinaldos de burócratas y demás sandeces mareadoras. Aunque recorten el gasto de las dependencias en un 50% fantasioso.
Nadie quiere explicarnos que el presupuesto de egresos aprobado en la Cámara de Diputados local es una ficción construida sobre dinero de impuestos que no se han cobrado… y como van las cosas, ni se cobrarán, don Teofilito dixit. El colapso de cuatro millones de micros, medianas y pequeñas empresas nacionales que generan el ochenta y tantos por ciento del empleo mexicano, se espera en mayo, de seguir las cosas como van.
A costa de México y gracias a AMLO, Fernández tiene un apoyo macanudo
Por el lado argentino, todo es un éxito. Alberto Fernández se puso las pilas, ha destinado los fondos a estímulos salariales, fiscales y financieros, sin las bravatas locales de políticas sociales enderezó los fondos de los equipamientos médicos y con suficiencia moral convocó a una disciplina sanitaria ejemplar en Latinoamérica.
A pesar de ser una nación con grandes vínculos étnicos con Italia, España y Alemania, cerró sus fronteras a tiempo. No tuvo miramientos con viajantes locales que se quedaron varados en aquellos países y ha demostrado un rotundo acierto. A la fecha, sólo se registran menos de 220 defunciones por coronavirus. La curva ya fue aplanada. Fernández ha logrado un apoyo popular macanudo.
Quedó demostrado que todo es cuestión de saber para qué sirve cada uno. En el caso mexicano ya lo sabemos con explorada seguridad.
¡Qué vergüenza!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: La penúltima “mañanera” de la semana fue de “divide y vencerás”. El Presidente muestra la suma de apoyos de una fracción del sector empresarial presentando la iniciativa Juntos por la Salud con el objetivo de proteger y darle mayor atención al personal médico que está en los hospitales mediante hospedaje, alimentos, material de protección y agua potable. Además, adelantó, en voz de Marcelo Ebrard, que Alemania apoyará a México con la estrategia que utilizó para tener menos decesos ante la pandemia. En temas económicos, minimizó la caída del 1.6% del PIB en el primer trimestre según el Inegi manifestando que con Zedillo y Calderón era peor, a la par, garantizó que con su modelo el país saldrá adelante resaltando su fórmula 70%-30%, la recaudación fiscal, la construcción y los apoyos a los microempresarios. Finalmente, acusó que las denuncias de enfermos en medios de comunicación quejándose de que no son atendidos en los hospitales es una campaña financiada por ¿quién cree usted?, ¡los conservadores!
www.indicepolitico.com
indicepolitico@gmail.com
@IndicePolitico
@pacorodriguez